Con su AT-602 y determinación, Brenda Watts no ha podido encontrar un desafío lo suficientemente grande como para quedarse en tierra.
Deliberada, precisa, calculadora. Brenda Watts ejecuta su operación de aplicación aérea en Arkansas con la misma precisión con la que su piloto de larga trayectoria vuela su AT-602. “Tienes que ser determinante, estar totalmente enfocado, tienes que saber que quieres ser, y tomar los comandos de tu operación,” dice Brenda.
Así es exactamente como ella ha construido un legado de más de 20 años como operadora agrícola y propietaria de K & P Flying Service. Y fijense, es una de las pocas mujeres que es dueña de una operación en la industria. Este no es un negocio donde la flojera sea tolerada, siempre hay algo que necesita hacerse. Y no hay lugar para errores.
“Solo hay que ser determinante y decir, puedo hacer esto, porque no es fácil. Es un trabajo duro, y está en continuo cambio.”
Respetas tu equipo y tu gente. “Este es un hermoso avión y soy muy exigente con él,” agrega Brenda, señalando el AT-602 estacionado frente al hangar de su base en Watson, AR. “Tienes que amar tu equipamiento y cuidarlo porque eso es lo que te mantendrá a ti y a tus pilotos a salvo.” Brenda esta enfocada. Siempre está allí para su tripulación y clientes. Ha sido así desde hace más de dos décadas, en las cuales se ha ganado el respeto de sus clientes y de otros operadores a lo largo de la nación.
Con Conocimiento y Precisión
K & P Flying Service ha sido la principal operación de aviación agrícola en Arkansas desde que fue fundada en 1995. La compañía fue inicialmente llamada por el primer esposo de Brenda, Phil – “P”, y su hijo Kelly, quién fue el primer piloto de la compañía y contribuyó la “K” al nombre de la misma. De todas formas, hoy en día “K & P” significa “Knowledge and Precision.” en español “Conocimiento y Precisión.” Esos son los atributos que Brenda le dió a su compañía.
El servicio de fumigación fue fundado como una empresa de familia. En ese entonces, Kelly era granjero, pero tenía sus ojos en el cielo trabajando como banderillero para pilotos aeroaplicadores. Aprendió a volar pequeños aviones en la granja de la familia. Luego de que obtuvo su licencia de piloto comercial, la familia compró el primer Air Tractor y comenzaron el servicio de aplicación aérea. Kelly era el piloto. Brenda trabajaba en la oficina, agendando los trabajos, aprendiendo sobre los productos aplicados a los cultivos y contactando a los clientes. Sin embargo, algunos años más tarde su hijo dejó el negocio y el futuro era incierto.
Brenda se comprometió a ir con todo.
“Estaré aquí toda mi vida, por lo que me dije ‘puedo hacerlo, lo haré y funcionará,’ y lo hice.”
Desafío Aceptado
Brenda se convirtió en la única dueña de K & P Flying Service en 1999. Lo primero que había que hacer era ajustar la operación. Se consolidó de tres aeronaves a una. Un AT-602 era la opción más lógica para amplificar la productividad y la rentabilidad. Ágil para los trabajos menores, y con suficiente carga útil para realizar los trabajos más grandes de manera eficiente, la aeronave era perfecta para la operación que Brenda realizaba.
Brenda también necesitaba asegurar su nuevo financiamiento. Solicitó un préstamo del banco local para comprar el AT-602. Sin embargo, el banco no le facilitaría el dinero, a menos que pusiera alguna de sus tierras como garantía.
“No iba a darles todo lo que tenía.”
Finalmente lo hizo en sus propios términos.
Los primeros años no fueron fáciles. Cómo la aplicación aérea es un negocio de temporada, Brenda tuvo que explorar diferentes oportunidades para mantener el avión en el aire durante todo el año. Ella fue tras los contractos de fertilizantes de forestación. Desde Noviembre a Marzo, su avión fertilizaba árboles antes de continuar con la aplicación aérea sobre cultivos en primavera. Eso significó largas horas de trabajo para todos en el equipo, incluyendo a ella. Aunque K & P Flying Service ya no realiza aplicaciones forestales, Brenda no solo soportó su negocio a través de los contratos de servicios forestales, sino que también conoció a su actual esposo en la industria. Entonces el trato funcionó para ella en más de un sentido.
“Después de algunos años de duras luchas y de casarme con Rick Watts, la vida ha sido genial para mí, y soy una campañista de vuelo feliz en K&P,” Brenda dice con una sonrisa.
Todo Amanecer es una Nueva Oportunidad
La ética de trabajo y el impulso de Brenda ayudaron a guiar la operación hacia una nueva era. Es simple, explica ella. Haces lo que tienes que hacer. Cada minuto que el avión está en el aire significa que estás haciendo dinero, de esa forma puedes pagar a tu tripulación y vendedores. “Durante la campaña, te puedes olvidar de dormir, y sabes que al final de la temporada podrás dormir todo lo que quieras,” dice Brenda. “Tienes que estar listo para salir cuando los granjeros llamen para realizar una nueva orden, tienes que estar sentado en la base esperando que los productos químicos lleguen porque no quieres esperar hasta la siguiente mañana,” agrega ella.
Naturalmente, necesitas un equipo que trabaje como una máquina bien aceitada. Su piloto Don Glasscock ha trabajado junto a ella por 16 años. “Don es genial con los granjeros, está tranquilo en mi avión,”. Ella ha sido tan leal a su tripulación como lo ha sido con su equipamiento. “Cuida de ello, porque son la vida de tu operación” dice Brenda.
A su vez, sus clientes le han sido leales. Puedes encontrar a Brenda bromeando con los granjeros o alimentando a su tripulación con una comida casera, pero cuando se trata de la operación, ella es todo un asunto. Intransigente.
Liderando desde el frente; 110% la jefa
Brenda no tomará atajos con su equipo, o en cómo maneja las cosas. “Eso podría salvar tu vida o la de tu piloto. No corto presupuesto. Es posible que no tenga dinero para comprar lápiz labial, pero tendré dinero para pagar mi factura de mantenimiento. La seguridad, el compromiso y el mantenimiento no están sujetos a negociación.
Estos son los atributos que hicieron de su negocio un éxito.
También es lo que la convirtió en una líder eficaz dentro de la Asociación Nacional de Aviación Agrícola. En 2016, se convirtió en la primer mujer presidente de NAAA, y ella continúa activa en la asociación de su estado y en el escenario nacional.
Para ella, ser una mujer a cargo se trata de la pasión por los problemas que afectan a la aviación actual. “ Estoy en un mundo de hombres, y no quiero ser tratada como una mujer. Quiero estar sobre mis pies y saber que soy igual a cualquier otro en la industria– No me trates de otra manera de la cual tratarías a Joe que se encuentra al final de la mesa. Sólo trátame de igual manera que a él.”
Brenda ciertamente se ha ganado el respeto de cualquier Joe, mientras motiva a otras mujeres de la industria. “Cuento mi historia y les muestro que si, pueden hacerlo,” dice ella. Es un negocio demandante, pero no hay otro negocio en el que ella preferiría estar.
“Conoces personas y lugares hermosos en nuestro increíble país. Para mi, estar involucrada en esto con un Air Tractor es un verdadero honor, lo amo.”
Vuelva mañana, Brenda estará lista nuevamente para un nuevo desafío. Y de igual forma su AT-602 junto a su tripulación.
